jueves, 7 de agosto de 2014

¡Santa Semana! Día 3: Al infinito y más allá



Sobreviviste al ataque de murciélagos chupa-sangre y alacranes asechadores de sueños; ha llegado el momento de dar un gran salto, "literal": un GRAN salto. Tus compañeros de cuarto siguen dormidos así que ganas la regadera y tomas ventaja. Preparas todo en el muy descuidado baño y al abrir la llave sale todo menos agua. Checas en el lavabo y es lo mismo, menos mal no te quitaste la pijama. Sales y tus cuates que durmieron en el cuarto de enfrente también se encuentran en el pasillo:


-¿Tienes agua?


-No, a eso salí.


-Dónde está "Foncho".


"Foncho" es el recepcionista fantasma que los atendió el día anterior, el que les mostró las habitaciones y les contó de la remodelación del hotel. Se cree que hace guardia de noche convertido en murciélago sobre todo volando bajo en la terraza frente a la alberca donde jóvenes adultos pasan el rato de vez en cuando, por cierto, nadie recordaba su nombre. "Foncho" apareció detrás de los árboles y enseguida prendió la bomba:


-En diez minutos ya está listo.


Regresas a tu cuarto, esperas uno, dos, tres, cuatro minutos y te aceleras, abres la llave y cae un escaso chorro de oxígeno combinado con hidrógeno; con eso. Te bañas como puedes y listo, lo comunicas a tus compañeros y optan por bañarse como pajaritos en el lavabo. A empacar porque se hace tarde y aún no saben dónde es el salto. Desayuno "ligeramente" mexicano acompañado de jugo de naranja y una discusión acerca de "huevos albañiles", todo para olvidar la acción próxima que con un descuido perderían la vida.


Perdidos en el auto. Después de seguir falsas indicaciones tanto del GPS como de seres humanos, ven a lo lejos un letrero "SKYDIVE - México", ¡por fin! el camino correcto a la muerte. Se estacionan, bajan y todo se ve muy tranquilo, pasan la cafetería y toda la serenidad de chiflados aventureros se absorbe. Puntos negros cayendo del cielo, gente tranquilamente extasiada caminando en el campo, despeinados quitándose el arnés. Divino panorama ante tus ojos, te apresuras a firmar.


Los latidos de tu corazón siguen normales hasta que te hacen firmar una responsiva donde tu cerebro sólo registro el siguiente mensaje: "YO TE AVIENTO, SÁLVESE QUIEN PUEDA, NO ME HAGO RESPONSABLE". Tu primer ida al baño. Sus nombres aparecen en la pantalla, son los próximos en prepararse. Tu segunda ida al baño. Tres de tus amigos ya están en capacitación. Tercera ida al baño exprimiendo la vejiga. Llaman a uno más, seguramente no tardan en llamarte. Tu cuarta ida al baño sin éxito, ya no había nada más de qué deshacerse.


Escuchas tu nombre así como una salvación. Sólo queda uno de tus amigos en preparación, los demás están listos. Intentas relajarte, hay tiempo. Jonny, mejor conocido como Buzz Lightyear es aquel que te pone al tanto y hace que recuperes la confianza.


-Sujeta el arnés mientras caes, dobla las rodilla y trata de formar un arco con tu espalda. Cuando te de la señal abres los brazos y antes de que abra el paracaídas vuelves a la posición inicial.


Lo entiendes perfectamente, te levantas de la "patineta entrenadora" y no ves caras conocidas, piensas que por ahí andarán. Bajas la mirada y ves un cordón suelto, piensas que así es pero no te quedas con la duda:


-Oye, ¿este va así?


-¡Nooo!


Buzz toma el cordón, checa la pinza, algo se traba, le quita una liga, lo prueba, lo engancha, lo jala, y revisa todo el arnés. Sí, la poca tranquilidad que quedaba se esfumó divinamente.


Sin señal de tus amigos, aun así no te alejas del instructor que busca los lentes para ti.


-¡Jonny te están esperando!


Buzz no sabía que le tocaba saltar, y tú tampoco. En cuestión de segundos agarró una maleta, unos guantes y sus lentes. sí en cuestión de segundos, y así con todo en la mano corrió detrás de ti dirigiéndose a la avioneta. Mientras te acomodabas tratando de controlar a las gigantes mariposas nocturnas revoloteando en tu estómago, la increíble figura de acción se recostó apoyando la cabeza sobre su mano izquierda, un cuadro perfecto de tranquilidad frente a tus ojos.


Mientras la avioneta tomaba altura tu disfraz de valiente se iba desvaneciendo. El instructor de junto preguntó si te encontrabas bien, realmente era imposible esconder tu nerviosismo después de ver al guante de Buzz intentar aventarse sin haber alcanzado la altura adecuada todavía. Buzz se prepara, se engancha contigo, eres la segunda en saltar, al borde del precipicio:


-¡GERÓNIMOOOOOOOOO!


El aire ensordece, insistes en gritar, imposible escucharte, las mariposas nocturnas son libres al igual que tú. Primera señal: abres los brazos, estás volando, es un momento de paz inimaginable, sin sonido alguno deslizarse muy cerca de las nubes. Segunda señal: tomas el arnés, el paracaídas se abre y no dejas de reír, sonreír, mirar a tu alrededor con tanta satisfacción, logro y un poco de adrenalina. Buzz manda, fuiste la segunda en aventarte pero la última en aterrizar. Tercera señal:


-Flojita, flojita, flojita.


Sentón sobre tierra firme, muchos la besan al llegar, tú añorabas volver a despegar.



***


Temporada alta rumbo a Cuernavaca en auto sardina no es nada después de lo vivido, sólo parte del encanto emocional. Comen juntos, se despiden, pues dos se quedan en el camino. Misión cumplida...


-Mañana juegan las Chivas contra los Pumas en el Estadio Olímpico.


-¡Vamos!


FIN DEL DÍA TRES




No hay comentarios:

Publicar un comentario