jueves, 20 de mayo de 2021

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Esa lucha en tus entrañas por desear lo que no puedes tener, te consume, te lleva a la locura.

Una ola de ira te devora y arrebata toda la vida de tu alrededor. Olvidas la calidez de su pecho y te dejas arrastrar por la desesperación

¡Un martirio! Exclamas, mas no te das cuenta que ese vacío lo creaste tú. Buscas un culpable, leche materna que nunca se te dio. Pero sigues sin comprender que el hueco siempre fuiste tú.

Enfermo te sientes. Enfermo de ansiedad por rechazar aquel abrazo; un delirio que no cesa y que con amor te lleva a la muerte.

La sed insaciable de aquel blanco y puro pecho que te regresa a casa, ronda en tus pensamientos y te hace perder la cordura.

¿Qué más darías por un sorbo de cálida nata? Siempre la rechazaste y te negaste a compartir.

La soledad es la que te consume. Construiste tus propias ruinas acabando profundamente con tus latidos.