Recordar esa mirada que me lleva al infinito, me hace caminar hacia una ventana llena de luz. En un parpadeo regreso a un profundo lago olvidando toda la belleza pasada.
Quiero ir al interior, empacar y
pronto partir para encontrarme con ese reflejo que alguna vez soñé, mas el
cuerpo es pesado y me impide volar.
Me doy cuenta que a través de los ojos el alma
no se libera, y es justamente el camino de los labios por el que se debe
llegar.
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