Envuelta en mi guilty
pleasure setentero, me vi arrastrada a la presentación de "Mamma Mía"
interpretada por el grupo Chelelé Chelelé del pedagógico C.E.B. 5/13 de Tuxpan y dirigida por Gustavo Garamendi. Desde el inicio
sentí una intriga de cómo serían las canciones en español, pues para ser
sincera las desconocía y pensaba que tendría la misma reacción como en las
películas dobladas: siempre las voces y diálogos originales son mejores. No me
declaro fan de ABBA, pero desde que los niños
suecos A*Teens empezaron ese
rollo oldie, nació una enorme
atracción en mí hacía "Los Dancing Queens" y sólo he escuchado,
bailado y cantado sus canciones en inglés.
Dancing Queen |
Para mi sorpresa, los muchachos actores mostraron un gran
compromiso y entusiasmo desde el principio de la obra, lo cual me ayudó mucho a
disfrutar cada melodía, cosa que más me mueve de un musical (ni idea por que).
Sus actuaciones estuvieron bien, falta trabajar la presencia escénica en varios
de ellos, sin embargo considerando que no son actores profesionales y que sólo
son estudiantes de bachillerato, algunos
detalles pueden pasar desapercibidos. Eso sí, me llamó mucho la atención
que los varones hayan sido los que más se expresaban corporalmente al bailar.
Generalmente las mujeres son las que se sueltan más a la hora del baile, pero
en esta ocasión fue al revés.
Otros elementos indispensables que se dieron a notar durante
esta función fueron: el trabajo en equipo y el apoyo incondicional de un
director. Esto se vio cuando un terremoto azotó aquella bella isla griega.
Algunos biombos de la escenografía colapsaron, pero en ese momento, incluso
miembros de otras compañías que estaban en el público, corrieron al
"rescate". Esto, obviamente, causa distracción en los actores. Se
notó mucho sobre todo en la chica que interpretaba a Sophie, pues con cierta
inseguridad, entró y salió de escena un par de veces.
Unas voces tras bambalinas empezaron a cantar y los "padres"
de Sophie salieron al escenario. De repente el director, Gustavo Garamendi, apareció
cantando y ofreciendo apoyo a todos sus actores. Sinceramente no sé si fue
parte del libreto, lo cual lo dudo, pero de lo que sí estoy segura es que ese
gesto animó a los muchachos para continuar sin importar cualquier catástrofe
sucedida.
Alguna vez estuve en teatro e imaginé si una situación
parecida se hubiera presentado. No pude imaginar a nuestro director saliendo
"disimuladamente" a escena para tranquilizarnos y tener presente que
el show debe continuar. Creo que fue un soporte muy grande lo que hizo Gustavo,
haya o no haya estado planeado, incluso quedé conmovida con la manera en la que
interactuó con los chicos para calmarlos.
En general considero que lo que más resalta en el trabajo es
indiscutiblemente la dirección. Los muchachos van por buen camino aunque falta
perfeccionar pequeños detalles. Lo que más me agradó de esto es que como proceso
escolar, fue todo un éxito. No sólo los que participaron estuvieron involucrados
en lo que es el teatro, sino también familiares y amigos que pueden despertar
un interés por este arte. Siempre he pensado que los adolescente son difíciles
y apáticos, entonces veo estas oportunidades como una forma de no ser "uno
más" y resaltar desarrollando sus habilidades comunicativas para salir
adelante y no quedarse estancado en una vida rutinaria y sin ambiciones. Me
alegra que aún existan personas que no se dejan llevar por la corriente e
intentan cosas nuevas.
Felicito al grupo Chelelé Chelelé por "Mamma mía",
y aunque esta fue su última
presentación, estoy segura que en un futuro harán un reencuentro para
presentarlo de nuevo ya que ha sido un excelente trabajo de todos ellos.
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