Sigo con las películas que marcaron mi vida, y probablemente
me tardé un poco en mencionar una Chick-Flick. He visto ya tantas que no sé si
podría decir que ésta sigue siendo mi favorita, pero de que influyó en mí y la
he visto mínimo unas veinte veces, sí.
Como una soltera profesional, considero que Josie Grossie fue,
no precisamente un ejemplo a seguir, pero más o menos. Era editora de un
periódico importante y sabía expresarse muy bien, o sea algo tenía en el
cerebro. Debo confesar que por razones quizá de borregada, las letras me
empezaron a llamar la atención (camino en el que sigo vagando sin rumbo fijo,
pero pues ahí ando), y obviamente en el 99 que se estrenó la película, eso de “jamás
besada” me caía como anillo al dedo (después de varios años podríamos hablar de
“Cansada de Besar Sapos” y películas así, pero esas pertenecen a otra lista),
así que Joise Grossie se volvió como en algo así como mi heroína.
No compartiré mi vida personal, pero creo que en el párrafo
pasado está la explicación de por qué Jamás Besada en una de las 7 películas
que marcaron mi vida, y yo sigo parada en el montículo del lanzador.
Drew Barrymore, Never Been Kissed (1999) |
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