Sobreviviste al ataque de
murciélagos chupa-sangre y alacranes asechadores de sueños; ha llegado el
momento de dar un gran salto, "literal": un GRAN salto. Tus
compañeros de cuarto siguen dormidos así que ganas la regadera y tomas ventaja.
Preparas todo en el muy descuidado baño y al abrir la llave sale todo menos
agua. Checas en el lavabo y es lo mismo, menos mal no te quitaste la pijama.
Sales y tus cuates que durmieron en el cuarto de enfrente también se encuentran
en el pasillo:
-¿Tienes agua?
-No, a eso salí.
-Dónde está "Foncho".
"Foncho" es el
recepcionista fantasma que los atendió el día anterior, el que les mostró las
habitaciones y les contó de la remodelación del hotel. Se cree que hace guardia
de noche convertido en murciélago sobre todo volando bajo en la terraza frente
a la alberca donde jóvenes adultos pasan el rato de vez en cuando, por cierto,
nadie recordaba su nombre. "Foncho" apareció detrás de los árboles y
enseguida prendió la bomba:
-En diez minutos ya está listo.
Regresas a tu cuarto, esperas
uno, dos, tres, cuatro minutos y te aceleras, abres la llave y cae un escaso chorro
de oxígeno combinado con hidrógeno; con eso. Te bañas como puedes y listo, lo
comunicas a tus compañeros y optan por bañarse como pajaritos en el lavabo. A
empacar porque se hace tarde y aún no saben dónde es el salto. Desayuno
"ligeramente" mexicano acompañado de jugo de naranja y una discusión
acerca de "huevos albañiles", todo para olvidar la acción próxima que
con un descuido perderían la vida.
Perdidos en el auto. Después de
seguir falsas indicaciones tanto del GPS como de seres humanos, ven a lo lejos
un letrero "SKYDIVE - México", ¡por fin! el camino correcto a la
muerte. Se estacionan, bajan y todo se ve muy tranquilo, pasan la cafetería y
toda la serenidad de chiflados aventureros se absorbe. Puntos negros cayendo
del cielo, gente tranquilamente extasiada caminando en el campo, despeinados
quitándose el arnés. Divino panorama ante tus ojos, te apresuras a firmar.
Los latidos de tu corazón siguen
normales hasta que te hacen firmar una responsiva donde tu cerebro sólo
registro el siguiente mensaje: "YO TE AVIENTO, SÁLVESE QUIEN PUEDA, NO ME
HAGO RESPONSABLE". Tu primer ida al baño. Sus nombres aparecen en la
pantalla, son los próximos en prepararse. Tu segunda ida al baño. Tres de tus
amigos ya están en capacitación. Tercera ida al baño exprimiendo la vejiga.
Llaman a uno más, seguramente no tardan en llamarte. Tu cuarta ida al baño sin
éxito, ya no había nada más de qué deshacerse.
Escuchas tu nombre así como una
salvación. Sólo queda uno de tus amigos en preparación, los demás están listos.
Intentas relajarte, hay tiempo. Jonny, mejor conocido como Buzz Lightyear es aquel que te pone al tanto y hace que recuperes
la confianza.
-Sujeta el arnés mientras caes,
dobla las rodilla y trata de formar un arco con tu espalda. Cuando te de la
señal abres los brazos y antes de que abra el paracaídas vuelves a la posición
inicial.
Lo entiendes perfectamente, te
levantas de la "patineta entrenadora" y no ves caras conocidas,
piensas que por ahí andarán. Bajas la mirada y ves un cordón suelto, piensas
que así es pero no te quedas con la duda:
-Oye, ¿este va así?
-¡Nooo!
Buzz toma el cordón, checa la pinza, algo se traba, le quita una
liga, lo prueba, lo engancha, lo jala, y revisa todo el arnés. Sí, la poca
tranquilidad que quedaba se esfumó divinamente.
Sin señal de tus amigos, aun así
no te alejas del instructor que busca los lentes para ti.
-¡Jonny te están esperando!
Buzz no sabía que le tocaba saltar, y tú tampoco. En cuestión de
segundos agarró una maleta, unos guantes y sus lentes. sí en cuestión de
segundos, y así con todo en la mano corrió detrás de ti dirigiéndose a la
avioneta. Mientras te acomodabas tratando de controlar a las gigantes mariposas
nocturnas revoloteando en tu estómago, la increíble figura de acción se recostó
apoyando la cabeza sobre su mano izquierda, un cuadro perfecto de tranquilidad
frente a tus ojos.
Mientras la avioneta tomaba
altura tu disfraz de valiente se iba desvaneciendo. El instructor de junto
preguntó si te encontrabas bien, realmente era imposible esconder tu nerviosismo
después de ver al guante de Buzz intentar
aventarse sin haber alcanzado la altura adecuada todavía. Buzz se prepara, se engancha contigo, eres la segunda en saltar, al
borde del precipicio:
-¡GERÓNIMOOOOOOOOO!
El aire ensordece, insistes en gritar,
imposible escucharte, las mariposas nocturnas son libres al igual que tú. Primera señal:
abres los brazos, estás volando, es un momento de paz inimaginable, sin sonido
alguno deslizarse muy cerca de las nubes. Segunda señal: tomas el arnés, el paracaídas
se abre y no dejas de reír, sonreír, mirar a tu alrededor con tanta
satisfacción, logro y un poco de adrenalina. Buzz manda, fuiste la segunda en aventarte pero la última en
aterrizar. Tercera señal:
-Flojita, flojita, flojita.
Sentón sobre tierra firme, muchos
la besan al llegar, tú añorabas volver a despegar.
***
Temporada alta rumbo a Cuernavaca
en auto sardina no es nada después de lo vivido, sólo parte del encanto
emocional. Comen juntos, se despiden, pues dos se quedan en el camino. Misión cumplida...
-Mañana juegan las Chivas contra
los Pumas en el Estadio Olímpico.
-¡Vamos!
FIN DEL DÍA TRES
No hay comentarios:
Publicar un comentario